jueves, 16 de diciembre de 2010
Enseñanza de la Farmacología: cómo construir pensamiento crítico e independiente
sábado, 27 de noviembre de 2010
Propoxifeno: Acciones regulatorias en EE.UU., Europa y Argentina
Frasco ampolla , inyectable: Dextropropoxifeno + dipirona. 50mg/1.500mg/5ml
Ampolla de 5ml contiene: clorhidrato dextropropoxifeno 50mg; dipirona 1500mg.
Dextropropoxifeno - Dipirona
Klosidol B1 B6 B12 – Bago
Supragesic – Beta
Comprimidos: Napsilato de dextropropoxifeno 98mg, ibuprofeno 400mg.
Frasco ampolla inyectable contiene: lisinato de ibuprofeno 400mg.
Ampolla Contiene: Clorhidrato De Dextropropoxifeno 50mg.
Vicefeno - Fabra
Comprimidos: Napsilato de dextropropoxifeno 98mg y dipirona sódica 400mg.
Ampolla: clorhidrato de dextropropoxifeno 50mg y dipirona sódica 1500mg.
domingo, 29 de agosto de 2010
Adherencia a la terapia y decisiones sobre la dosis
Los médicos tenemos varios problemas a la hora de lograr que una recomendación terapéutica sea llevada a cabo por el paciente. La propia expresión utilizada por los médicos ("adherencia") tiende a ubicar al paciente "en un lugar", el del que debe obedecer. Peores eran las expresiones "cumplimiento", y también el anglicismo "compliance". Alguien manda y alguien obedece.
El paciente usa su autonomía para decidir: si algo no le convence, posiblemente decida no iniciar - o abandonar - un tratamiento. Si se establece una resistencia, y la detectamos, será bueno invitar a la conversación, estando dispuesto a la escucha, a conocer qué sucede.
Hay muchas escuelas de pensamiento médico que sostienen que puede mejorarse la adherencia: estableciendo una "alianza terapéutica" con el paciente, compartiendo los objetivos declarados de la terapia y las pautas de evaluación ("tomarle examen al tratamiento": a mucha gente le encanta), comprender para qué sirve cada cosa, qué señales de alerta. Como decía
Hay diversas herramientas que pueden ayudar a mejorar la adherencia (recordatorios, volantes ("flyers"), imanes para la heladera, pastilleros, tablas con el cronograma para prescripciones complejas. Hay intervenciones: llamados telefónicos, personal en el domicilio que ayude con la medicación, tomas bajo supervisión directa (pacientes debilitados, y el cuestionable método en tuberculosis). En fin... hay formas. Pero lo fundamental es llegar a un entendimiento, a un acuerdo o pacto, a una alianza terapéutica, en un contexto de libertad.
Y ahí es donde llegamos al concepto de la dosis prescripta, o posología recomendada por el médico. Suelo preguntar a mis estudiantes de Farmacología en la carrera de Medicina de
Pero la vida da sorpresas:
Comparto una interesantísima respuesta de una distinguida estudiante de Farmacología I (tercer año de la carrera de Medicina en
Yo creo que la dosis resulta de un trabajo conjunto, entre los que fabrican el medicamentos, los que lo recetan y los que lo consumen. Porque, a fin de cuentas, el médico puede recomendar un plan de administración que le parezca conveniente, pero es el paciente quien debe respertarlo. Siempre hablando de un paciente ambulatorio, claro; si se trata de alguien internado es más fácil el control sobre la administración de los fármacos.
Al circular esta reflexión entre los estudiantes de quinto año (que cursan Farmacología II), una respuesta resaltó el rol de “conformar un equipo” con el paciente. En otras palabras, el concepto de la "alianza terapéutica": un acuerdo entre el paciente y el/los médico/s (y otros profesionales del equipo de salud) para llevar adelante un abordaje. Una ¨"sana sociedad".
En los cursos de Farmacología enfatizo el rol del médico en la selección de la dosis, como disociación instrumental, como subrayando nuestras responsabilidades al decidir una posología (dosis) recomendada. Luego, naturalmente, se requieren dos para el tango, y la dosis realmente recibida será otra cosa, sometida a diversos otros factores.
En cuanto al rol de los laboratorios farmacéuticos en determinar la dosis, ellos realizan los ensayos clínicos (o los financian) y pudiera suceder que las dosis recomendadas fueran incorrectas (raro, pero sucede), o que no se adaptaran a las circunstancias, ambiente, subjetividad, fisiopatología y genética del paciente individual (muy frecuentemente sucede). Es responsabilidad del médico hacer esta adecuación personalizada.
Saludos, y gracias por los aportes.
Dr. Pedro Politi
viernes, 25 de junio de 2010
Fármacos interesantes aprobados en 2008-2010
Maltrato, ineficiencia y desidia en la matriculación de jóvenes profesionales de la Salud
martes, 22 de junio de 2010
¿Qué trato reciben los nuevos profesionales de la Salud en el Ministerio?
domingo, 30 de mayo de 2010
Cuántos médicos argentinos usan tests farmacogenéticos?
martes, 18 de mayo de 2010
Otro ensayo negativo sobre teléfonos móviles y cáncer
sábado, 8 de mayo de 2010
Nevibolol: ¿ventajas reales o simplemente otro beta-bloqueante más?
viernes, 12 de marzo de 2010
Clopidogrel: menos efectivo si pobre activación metabólica
Esto motivó una advertencia destacada en recuadro y en tipo de letra en negrita ("black box warning") en el prospecto del clopidogrel en los EEUU.
http://www.fda.gov/Safety/MedWatch/SafetyInformation/SafetyAlertsforHumanMedicalProducts/ucm204256.htm
En una entrada previa en este blog se analizó una interacción farmacológica que implicaba menor bioactivación de clopidogrel : http://farmacoymedicina.blogspot.com/2009/07/interaccion-omeprazol-clopidogrel.html
Parece que el péndulo de opinión de la agencia regulatoria se va inclinando hacia considerar los polimorfismos genéticos (farmacogenómica) y su relevancia clínica. Una dificultad es el costo actual de los tests genéticos, y otra - también importante - es la actitud que tengan los médicos respecto de estos llamados de atención.
Cordialmente,
Dr. Pedro Politi
miércoles, 10 de marzo de 2010
Condiciones de venta de medicamentos en la Argentina
1. venta libre - sin receta, sin control. Y su publicidad masiva está permitida... "siempre que no incite a la automedicación". Uno se pone a pensar qué pasaría por la mente de quien redactó el artículo 19 de la ley argentina de medicamentos (ley 16.463, del año 64, o "ley Oñativia"). Publicitar un producto es incitar al consumo. Un medicamento de venta libre se usa básicamente como automedicación. Y? Ese artículo de la ley es un oxímoron. En otro artículo me referí a los prospectos de estos medicamentos: como suelen venderse por "blister", no hay prospecto que llegue a manos del usuario - que se automedica y está "por las suyas".
2. venta bajo receta ("receta simple", en la jerga). Como no se pide archivarlas ni presentarlas, de hecho no hay contralor posible: no hay forma de saber si hubo receta o no - salvo que sea a través de un "tercer pagador" (prepaga, obra social), que quiere la receta a los fines de la facturación y pago de descuentos. Si uno paga de su bolsillo...no quedan rastros.
3. venta bajo receta archivada: hipnóticos, sedantes, antidepresivos, anticonvulsivantes, analgésicos del tipo codeína o tramadol. No para narcóticos poderosos. Esto proviene de la misma legislación citada, más modificaciones posteriores.
4. venta bajo recetario oficial por triplicado ("bajo receta y decreto" en la jerga burocrática): se entregan (se cobran!) talonarios de 20 recetas al médico, contra registro de su matrícula (hace unos meses, 40 pesos por talonario) en ANMAT-INAME. Hay uno para estimulantes anfetamínicos (color rosado) y otro para narcóticos poderosos (color verde). Limita a 10 (diez) el número de días de tratamiento. Como la legislación originaria es muy antigua, denominó "psicotrópicos" a los anfetamínicos - y también a los fármacos del punto precedente - y "estupefacientes" a los narcóticos poderosos (morfina, fentanilo y derivados, oxicodona, metadona, hidromorfona). Algunos narcóticos pueden expenderse bajo receta archivada (punto 3) a ciertas dosis, y en dosis mayores, requieren recetario oficial. Algunos anfetamínicos gozan de excepciones al punto presente, por motivos que sería arduo y desagradable debatir (muchos años atrás, hubo quien hizo lobby y...).
5. prohibida su comercialización, producción, etc, etc: LSD, cocaína, crack, heroína, GHB, éxtasis, metanfetamina y otros.
Debatimos sobre este tema?
Saludos,
Pedro Politi
domingo, 28 de febrero de 2010
Médicos argentinos - asistenciales, docentes e investigadores. Modelos locales para estudiantes de Medicina
Podría, muy apropiadamente, comenzar con el Dr. Bernardo Houssay, el primer premio Nobel de Medicina no sólo de nuestro país, sino también de toda Latinoamérica. Desde mi pequeño lugar de alumno, para mí es un orgullo decir que me formo en la misma Facultad en que él estudió, enseñó e investigó. Pocos saben que en el primer piso del sector Uriburu está el Museo de Historia de la Medicina, en el que se hallan muchos de los instrumentos que usó este forjador de la Medicina. Pero más triste aun es que pocos saben quién fue y qué hizo, y que él y su equipo llevaron la Escuela de Fisiología argentina al conocimiento del mundo. Se comenta por los pasillos de la facultad que no su trato con la gente que lo rodeaba no era muy, digamos, aceptado, y que los alumnos lo apreciaban sólo por sus conocimientos y no por sus habilidades sociales. Pero de más está decir que eso no cambia ni desvaloriza todo lo que consiguió por la Ciencia. Destaco las siguientes palabras suyas:
No deseo estatuas, placas, premios, calles o institutos cuando muera. Mis esperanzas son otras. Deseo que mi país contribuya al adelanto científico y cultural del mundo científico actual. Que tenga artistas, pensadores y científicos que enriquezcan nuestra cultura y cuya obra sea beneficiosa para nuestro país, nuestros compatriotas y toda la especie humana.
El Dr. Federico Leloir también ganó un premio Nobel de Medicina, por su trabajo sobre los nucleótidos derivados del azúcar. Me causa un poco de gracia que tuvo ciertos inconvenientes con Anatomía: tuvo que rendir el final correspondiente en cuatro oportunidades. Pero lo importante es que quienes lo hayan descalificado -si es que alguien lo hizo- por su dificultad con esa materia del primer año, se habrán dado cuenta que una cosa no quita la otra, o sea que cuatro bochazos en una materia no eliminan la posibilidad de un Nobel.
El Dr. Eduardo De Robertis (padre) fue un médico con una amplia trayectoria en el campo de la investigación, parte del cual desarrolló en nuestro país, en la cátedra de Histología, y otra parte en el exterior. Es muy conocido su libro Biología celular y molecular de De Robertis, obra que, en realidad, es una edición revisada por su hijo, Hib y Ponzio, y cuyo nombre original fue Citología general y molecular. Poco conocimiento tiene el rumor que dice que su amabilidad fue depuesta de manera perentoria cuando se le negó el premio Nobel que recibieron Katz, von Euler y Axelrod, respectivamente británico, suizo y estadounidense, en 1970, por:
their discoveries concerning the humoral transmittors in the nerve terminals and the mechanism for their storage, release and inactivation.
De Robertis había logrado identificar, antes, los neurotúbulos y las vesículas sinápticas, imprescindibles para la transmisión humoral.
No podría faltar el Dr. René Favaloro. Médico argentino, brillante en su especialidad, fue reconocido en todo el mundo por sus aportes a la cardiología y cirugía cardiovascular, al punto que, por ejemplo, en la Universidad de Tel Aviv (Israel) existe una Cátedra de Cirugía Cardiovascular con su nombre. Sólo una de sus contribuciones a la Medicina es haber diseñado el by-pass coronario, o derivación aortocoronaria, en la Clínica de Cleveland, Estados Unidos. De médico rural en La Pampa, a la Fundación y Universidad que llevan su nombre. Pero también se lo recuerda, antes y luego de su trágica muerte, por su alta calidad humana, con la que empapaba a cada paciente que trataba e inundaba cada conferencia que daba. Su compromiso con la docencia le ha merecido el título de Maestro, título que no está certificado en ningún papel, sino validado en el corazón de sus aprendices. A este propósito, cito un fragmento de Don Pedro y la educación, libro de su autoría:
A mi entender lo que más debe preocuparnos es volver a despertar en los niños y en los adolescentes los valores esenciales, sin los cuales poco importa su capacitación técnica o profesional. Es indudable que la única manera posible es por medio de una sólida formación humanística. Una vez más, entendámonos bien, como lo estableció con claridad don Pedro Henríquez Ureña: humanismo militante con profundo contenido social en defensa de la libertad y la justicia. La educación estará permanentemente centrada en la búsqueda "del hombre libre abierto a los cuatro vientos del espíritu", entendiendo que el goce de la libertad individual conlleva un compromiso social en procura de un ideal, una utopía, "el ideal de la justicia" en busca de la "magna patria", "la tierra de la promisión para la humanidad cansada de buscarla..."
Sugiero el siguiente fragmento de una entrevista que se le realizó, como prueba y muestra de lo dicho: http://www.youtube.com/watch?v=KsEF4BXpHak&feature=related
Estoy seguro de que nos sobran modelos de médicos argentinos que vale la pena admirar, aquellos comprometidos con la Medicina, con la Ciencia, y más necesario aun, comprometidos con sus pacientes. Y sólo mencioné a cuatro, de muchos.
Mi opinión es que cualquiera de nosotros podría ser, en el futuro, tan trascendental como los doctores Houssay o Favaloro; dudo mucho de que se trate de tener muchas neuronas. Este último dijo en la entrevista referenciada ut supra:
...yo no creo en los genios; los genios no existen. Lo que existe es el esfuerzo, el sudor, el trabajo y la dedicación, dentro de una línea ética.
Creo que pasa, también, por tomar unos minutos de reflexión y decidir qué nivel de compromiso vamos a asumir: por ahora, con nuestra formación de pregrado, y más adelante con nuestros pacientes, o con la investigación, la ciencia y la sociedad, si la medicina asistencial no es la elección. Es fundamental no olvidar que Universidad viene de "universo", pero lamentablemente mucha gente cree -tal vez sin haberlo razonado- que alcanza con saber mucho de una disciplina para ser bueno en ella: ojalá que algún día se retome oficialmente el concepto de formación universal, sí con un núcleo determinado como puede ser Medicina, que incluya en la periferia a todo lo demás: arte, filosofía, literatura, historia, política...
¿Vamos a estudiar para zafar, o para aprender? ¿Nos vamos a sentar a estudiar la menor cantidad de tiempo posible, o la que haga falta? ¿Vamos a memorizar o a entender? ¿Nuestro modus operandi (como sarcástica -y a la vez perspicazmente- ejemplificó una docente de Patología durante un final) va a ser aspirina para el dolor por arriba del diafragma, y buscapina si es por debajo del mismo, o nos vamos a tomar el tiempo para hacer unos adecuados anamnesis y examen físico, y arribar al diagnóstico correcto?
Un saludo para todos los lectores, y para el Dr. Politi un agradecimiento por ceder el espacio para expresar estas ideas.
Ignacio Santarelli
miércoles, 24 de febrero de 2010
Algo sobre nuestras fuentes (Fuentes de información: desafío para médicos y estudiantes 2)
GRACIAS.
domingo, 21 de febrero de 2010
Fuentes de información: desafío para médicos y estudiantes
Un autor de tales apuntes se defendía: "Sería diferente si tuviera tapa dura?". Buena pregunta.
Algunos estudiantes, muy responsablemente, reconocían que era un camino de ida y vuelta, de responsabilidades compartidas: "te ofrecen el conocimiento empaquetado de la manera en que te lo van a pedir en el examen". A la vez, admitían que estas prácticas resultan en una deficiente formación profesional.
Más allá de ser "el negocio de alguien", ¿qué elementos tiene "el apunte" o "el libro de la cátedra"?. Por una parte, depende del grado de coerción que se ejerza. Si de veras "ahí está lo que se toma"... qué limitado horizonte!. Si se le recuerda al alumnado: "en mi apunte está lo que se toma", ya hay una propuesta de transacción. Un peaje: "pagá, leé, y aprobás".
Cuánto cambia el panorama una tapa dura y una buena encuadernación? No cambiaría la coacción.
Y si se trata de un texto globalmente reconocido como de referencia (ej, Goodman & Gilman en Farmacología), con el que el docente no tiene compromiso comercial? La respuesta facilista es: "todo esto debo leer?". Sí, todo esto y más. Y qué?
Finalmente, qué rol tienen los libros de texto en la era de Internet? Ocupan una parte. Forman un basamento. A completar, siempre, con la lectura y análisis crítico de trabajos originales. Y si uno está muy perdido, comenzará por una revisión, para llegar a los trabajos originales.
Para los médicos y médicas: la perspectiva suele partir de un desafío clínico - un caso complejo, o una situación no bien conocida. El abordaje útil es recurrir a una puesta a punto (libro de texto reciente, o mucho mejor, una revisión de los últimos 2 años en formato electrónico, a texto completo). Una vez identificados los temas relevantes, se ahonda la búsqueda, a través de la base biomédica más amplia del planeta: www.pubmed.com. Con suerte e inteligentes estrategias para seleccionar las palabras-clave, aparecerá un puñado de ensayos clínicos relevantes. O sólo uno... o ninguno. Puede ser el inicio de una aventura de descubrimiento. Es posible escribir un e-mail a los autores de un trabajo relevante: generalmente, la respuesta no se hace esperar. Pensamiento en red. Las recomendaciones de paneles de expertos (vaya a saber "a quién sirven cuando alzan las banderas") son de la más baja relevancia posible. Casi como "a propósito de un caso". Ciencia y arte, pero con prudencia, y con fundamento en todo lo posible.
Invertimos tiempo y esfuerzo en nuestra formación profesional. Es nuestro compromiso con nosotros mismos, nuestros pacientes, y la sociedad.
No a la estafa. Ocupémonos de nuestra formación.
Saludos,
Pedro Politi