lunes, 31 de octubre de 2011

Bibliografía y libertad

Durante mi experiencia en la Facultad de Medicina, siete años como alumno y cinco como auxiliar docente de segunda del Departamento de Anatomía, tuve y aun tengo la ventaja de apreciar cómo se comportan diferentes docentes frente a la elección de la bibliografía complementaria a las cursadas regulares. Es precisamente sobre este tema que me permito hacer una disquisición.

¿Cómo es el proceso de compra de una prenda de vestir? Habitualmente, uno o bien busca por sugerencia de terceros, o al pasar por la vidriera se interesa en el objeto. Difícilmente uno adquiriría una prenda sin probarla, puesto que debe ser un acompañante agradable, útil y que dé gusto usar. Citando a un docente de Fisiología, la mejor elección de bibliografía es un acto similar: uno no debería comprar un texto porque se lo indiquen, sino que -por el contrario- la elección debería ser producto de un interés y afinidad por el mismo, que habitualmente surge luego de "probarlo".

Fui alumno de cursos en los cuales la bibliografía ya estaba preestablecida, bajo los más variados pretextos:
  • es el libro/manual de la Cátedra
  • lo escribió gente de la Cátedra
  • está todo lo que te toman
  • las preguntas salen de ahí
  • los otros tienen errores
  • si [el argumento del alumno] no está en uno de los libros de la bibliografía oficial, no es válido

Siguiendo a Paulo Freire, ¿el objetivo de la educación no es liberar a quien la recibe?

Forzar uno, dos o diez textos para un futuro profesional se contradice con el concepto de Universidad, que por definición debería ser el lugar de diferentes perspectivas de un mismo asunto. Entiendo que muchas veces un punto puede tener más de una consideración, y por ello resultar un engorro para el aprendizaje del alumno aun no familiarizado con la materia; en esos contextos, seguramente resulten útiles los apuntes oficiales de las unidades académicas. Pero creo que deben ser elaborados con mucha prudencia y con la participación de un número relativamente importante de docentes, puesto que de lo contrario se corre el riesgo de imponer un criterio en lugar de consensuarlo.

Ojalá que esta entrada sea enriquecida con los valiosos comentarios de docentes y alumnos.

Un final agradecimiento al Dr. Pedro Politi por permitirme expresarme en su blog.


Ignacio Santarelli

3 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo. Pasa el tiempo dentro de nuestra casa de estudios y parece que uno de los mayores logros que tiene es limitar la creatividad, la posibilidad de aprender de la mejor forma para cada uno y poniendole freno al pluralismo. Esto nivela de forma descendente. Y atenta contra mejores logros educativos, contra la generacion de interrogantes genuinos y la generacion de conocimiento.

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  2. Hola, Fede: Una vez arribados a ese diagnóstico, ¿podemos considerar cómo abordar un "tratamiento"?. Una facultad con 30.000 estudiantes y unos cuantos docentes (la mayoría, sin renta) posiblemente sea heterogénea: todos conocemos cursos donde la creatividad sobrevive y crece. El del Prof Norberto San Juan es uno de ellos. La escuela de ayudantes de Fisio, Cat 1, es otro (y hay varias escuelas más). Algunas (pocas) cátedras de Medicina funcionan así. El desafío es lograr que esas experiencias sean lo usual. Rechazar el status quo es el primer paso.

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  3. También soy alumno de medicina, y comparto plenamente la opinión. Soy docente... y a mis alumnos (anti-corriente de la cátedra) les recomiendo que eligan los libros que gusten. Al tener todos una "cabeza académica" distinta, con distintos objetivos al corto-y-largo plazo, con distintas aptitudes e intereses, todos deberíamos tener un... libro de cabecera distinto. Esto echa por tierra el concepto de "súper-manual-recomendado".

    Por cierto... todos los libros tienen sus virtudes y falencias. Y eso es fácil de suplir: que lean de muchos libros, que se fomente la diversidad, y que los alumnos compartan sus ideas tomadas, maduradas y readaptadas de los libros. La interacción entre los alumnos es el proceso más enriquecedor del camino de la Universidad; y supera ampliamente cualquier recomendación bibliográfica.

    Saludos;

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